lunes, 30 de enero de 2012

2012:La revolución de Neptuno en Piscis

Queridos amigos,

Como de seguro sabrán, el 20 de enero el Sol ha entrado en la constelación de Acuario.

El signo zodiacal de Acuario es representado como un hombre que vierte agua en la tierra, y desde punto de vista estacional representan el final del invierno y la metamorfosis de la semilla que emerge su ápice (exaltación de Neptuno) y por una parte se prepara para el pasaje, el cambio (dirección de Urano) y de la otra se enraiza a la tierra (Saturno)

Signo de aire, estático, según la astrología Acuario es el lugar primario de Urano, séptimo planeta de Sistema solar, descubierto por el telescopio de Guillermo Herschel, en 1781, pocos años antes del estallido de la revolución francesa.

No es coincidencia que Urano en la carta natal representa la liberación a partir del pasado, la separación de los viejos esquemas, el acto de voluntad, el impulso para la acción, la opción para destruir o crear, la eliminación de lo inútil, la elección inesperada, los cambios inmediatos, los cortes limpios, firmes, a menudo violentos.

En la mitología griega, Urano era el padre de Cronos (Saturno de los romanos), los Cíclopes y los Titanes.

Según la tradición Hesíodea, Urano se unió con Gea y la fecundó al lanzar sobre ella gotas de lluvia fértiles, dando por tanto vida a las primeras divinidades monstruosas: los Titanes y los Cíclopes.

Numeroso son los mitos acuarianos que exaltan la inventiva, inteligencia, el impulso innovador: citamos el mito de Prometeo, que roba el fuego a los dioses para entregarlo a los hombres, el mito de Ícaro y de Dédalo, precursores del primer vuelo humano, que celebra el poder del ingenio.

LA CITTA' DELLA LUCE NEWSLETTER N.64

Associazione Culturale e di Promozione Sociale
Centro Studi Discipline Bionaturali e Arti per il Benessere
Ecovillaggio e Comunità di Ricerca Etica, Interiore e Spirituale

newsletter@centroreiki.org

jueves, 19 de enero de 2012

NEPTUNO EN PISCIS 2012-2026: TIEMPO DE TRANSFORMACIÓN

Queridos amigos,

una noticia importante, Neptuno, que emplea 167 años para culminar su tránsito alrededor del sol, entrará en Piscis el  viernes 3 de febrero de 2012 a las 18.53 [hora de Italia] para permanecer hasta enero de 2026: usando el tránsito desde los primeros días se podrá aprovechar toda su fuerza innovadora y propulsora.

Neptuno es un planeta que simboliza la espiritualidad, el misticismo, la transformación interior, la metamorfosis, el cambio, la conexión con lo divino, el crecimiento personal y espiritual (aunque atención: ¡también fundamentalismo religioso, estados  alterados de conciencia, drogas, alcohol, psicofármacos!)

Su ingreso a Piscis, señal de que ya Neptuno acoge y también la Luna y Júpiter, será un período significativo, lo auguramos, para una reforma de la espiritualidad, de lo social, de la economía, de la educación.

Podemos quizás percibir ya la llegada con la tragedia del [crucero] Concordia, destinada a permanecer en las próximas semanas como un argumento central en las crónicas. Advertencia terrible pero que nos recuerda nuevamente el respeto por el mar, la vida humana y el ambiente.

El debate sobre la libertad del hombre de los condicionamientos políticos y religiosos se profundizará considerablemente durante el tránsito de Neptuno, la señal más espiritual y religiosa de toda la rueda zodiacal.

El último paso de Neptuno en Piscis ocurrió de 1847 al 1862, su descubrimiento sucedió en 1846: interesante notar que este tránsito fue en el período del renacimiento italiano, de la primera y segunda guerra de la independencia (1848 y 1859), de la unidad de Italia (1861), eso nos  da buena esperanza de que esta crisis económica y de valores lleve a despertar el sentido de unidad y que contribuya a un nuevo orden social y político. Algunos episodios de “sincronicidad” del último período de tránsito:

En 1848 aparece El Manifiesto de Marx, el que encontrará según Freud (nacido en 1856) el hecho de que la religión es “el opio del pueblo”.

En 1849 Thoreau  escribe el ensayo Desobediencia civil, en la cual sostiene que es admisible no respetar las leyes cuando van contra la conciencia y el derecho del hombre y deslegitima el principio del poder absoluto de la mayoría, sustentando la existencia de límites que la voluntad popular no puede exceder y que consisten en los derechos humanos fundamentales, particularmente de las minorías: por esto Thoreau es considerado uno de los padres del concepto jurídico de la limitación, la base del constitucionalismo del novecientos.

El trabajo fue leído hasta por Tolstoi, Gandhi y Martin Luther King para quienes fue la fuente de inspiración para la lucha no violenta.

En 1854 publica el famoso Walden, así es la vida en los bosques, escrito en una choza que el mismo construyó en los bosques, en la que desea ofrecer a la humanidad el testimonio de que el hombre tiene éxito en vivir aún en condiciones de pobreza material y de hecho de esto puede obtener una mayor felicidad al saber apreciar principalmente las cosas pequeñas.

Me parece particularmente significativo por la increíble actualidad un pasaje impactante de La lucha de clases en Francia, publicado por Karl Marx en 1850:

… El endeudamiento del Estado era el interés directo de la fracción de la burguesía que gobernaba y legislaba por medio de la Cámara. El déficit del Estado era de hecho el verdadero y propio objeto de su especulación y fuente principal de su enriquecimiento. Cada año un nuevo déficit. Después de cuatro o cinco años un nuevo préstamo ofrecía a la aristocracia financiera una nueva ocasión de estafar al Estado que, mantenido artificialmente al borde de la bancarrota, era forzado a contratar con los banqueros en las condiciones más desfavorables…

Cada nuevo préstamo era una nueva ocasión para saquear al público, que invierte sus capitales en renta del Estado, mediante las operaciones de la Bolsa cuyo secreto era iniciado por el gobierno y la mayoría de la Cámara…

En 1854 sucede la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, en 1858 la aparición  de la Virgen en Lourdes acompañado de una agua prodigiosa, bendita, curativa (Neptuno, símbolo del agua en general) que se convertirá en una de las apariciones marianas más venerada.

Otra característica de Neptuno es  la ampliación de las fronteras del descubrimiento científico, cultural, intelectual y filosófico.

Los campos de acción en los cuales se abren estos descubrimientos son a menudo las leyes que gobiernan la vida (Piscis - fin del ciclo y cambio final, esto es, metamorfosis) o también las leyes del universo y de la física (Piscis - el cosmos).

Basta pensar que en el penúltimo tránsito de Neptuno en Piscis de 1685-1698, John Locke publicó La epístola sobre la tolerancia donde intenta definir y separar las fronteras entre el Estado y la Iglesia, entre el poder político y el religioso: para el filósofo el gobierno debe mirar hacia los intereses “externos” relativos solo a la vida, la iglesia debe tutelar el  bienestar “interno” y por lo tanto a la salvación del alma.

En 1688 Isaac Newton publica el Principia Mathematicae y fórmula la ley sobre la gravitación universal, pero los ejemplos podrían ser muchos otros…

newsletter@centroreiki.org

miércoles, 4 de enero de 2012


¿Qué es la meditación?

Aprender a meditar es el mejor regalo que puedes hacerte en esta vida. Sólo a través de la meditación puedes emprender el viaje hacia el descubrimiento de tu verdadera naturaleza y encontrar así la estabilidad y la confianza que necesitarás para vivir, y morir, bien. La meditación es el camino hacia la iluminación”.
—El Libro Tibetano de la Vida y la Muerte, Sogyal Rinpoche.

El propósito de la meditación consiste en despertar en nosotros la naturaleza de la mente e introducirnos a aquello que en realidad somos, a nuestra consciencia pura e inmutable que subyace a la totalidad de la vida y la muerte.
La meditación es la manera de volver a nosotros mismos, el lugar donde poder experimentar y saborear nuestro ser completo, más allá de todos los patrones habituales. En la calma y el silencio de la meditación, vislumbramos y regresamos a esa profunda naturaleza interior a la que hace tanto tiempo perdimos de vista con tantas ocupaciones y distracciones de nuestras mentes.
En la quietud y el silencio de la meditación, vislumbramos esa profunda naturaleza interior que hace tanto tiempo perdimos de vista entre la agitación y la distracción de nuestra mente, y regresamos a ella. Resulta verdaderamente extraordinario que nuestra mente no pueda estarse quieta más de unos pocos instantes sin anhelar distracción; es tan inquieta y desasosegada que a veces pienso que, al vivir en una ciudad del mundo moderno, ya somos como los seres torturados del estado intermedio que sigue a la muerte, donde se dice que la consciencia es angustiosamente desasosegada.
¿Qué nos dice eso de nuestra forma de vivir? Estamos fragmentados en muchos aspectos distintos. No sabemos quiénes somos en realidad, ni con qué aspectos de nosotros mismos deberíamos identificarnos ni en cuáles creer. Son tantos los dictados, voces y sentimientos que luchan por controlar nuestra vida interior que nos encontramos dispersos por todas partes, en todas direcciones, sin dejar a nadie en casa.
Debemos reconocer que cuando comenzamos la práctica de la meditación, estamos incorporando una dimensión totalmente diferente. Normalmente en la vida ponemos mucho esfuerzo en la obtención de las cosas externas y hay muchas luchas que tenemos que superar, mientras que en la meditación es justamente lo contrario, la meditación es la ruptura de cómo funcionamos normalmente.
Cuando leemos los libros sobre la meditación, o cuando la meditación es presentada por diversos grupos, el énfasis es habitualmente sobre las técnicas. En el mundo occidental, la gente tiende a estar muy interesada en la “tecnología” de la meditación. Sin embargo, la característica más importante de la meditación no es la técnica, sino la postura, no tanto física sino más bien se refiere a una actitud interior.
La meditación es simplemente una cuestión de estar, de derretirse, como un pedazo de mantequilla dejada al sol. No tiene nada que ver con “saber” o no; de hecho, cada vez que practicas la meditación tienes que estar fresco, como si sucediera por primera vez. Siéntate con el cuerpo relajado, silencioso, la mente completamente tranquila, y permite que los pensamientos vengan y se vayan, sin dejarlos causar estragos en tu mente. Si necesitas algo qué hacer, observa la respiración. Este es un proceso muy simple. Cuando  estás respirando hacia fuera, siente que estás respirando hacia afuera. Cuando la respiración es hacia adentro, siente que estás respirando hacia adentro, sin proveer ninguna clase de comentario adicional o chisme mental, sólo identificando la respiración. Este proceso de la mente atenta es muy simple y procesa tus pensamientos y emociones, entonces, como una vieja piel se liberan.
Generalmente las personas se concentran en diversas partes para relajar el cuerpo. Pero la relajación verdadera viene cuando te relajas de adentro hacia afuera, entonces todo se facilitará y se hará absolutamente natural.
Cuando comienzas a practicar, entras en contacto con tu “punto suave”, y solamente debes permanecer allí. No necesitas centrarte en cualquier cosa detalladamente para comenzar. Sé espacioso, y permite que los pensamientos y las emociones aparezcan. Si lo haces así, más tarde, cuando utilices un método tal como observar la respiración, tu atención estará más fácilmente consciente en el respirar. No hay punto determinado en la cual necesites concentrarte, es simplemente el proceso natural de la respiración. Veinticinco por ciento de tu atención está en la respiración, y el setenta y cinco por ciento está relajado.
Intenta identificarte realmente con la respiración, más que solamente mirarla. Tu puedes elegir un objeto, como una flor, por ejemplo, para enfocarte. A veces enseñan a visualizar una luz en la frente, o en el corazón. A veces un sonido o una mantra puede ser utilizado. Pero al principio es mejor simplemente ser espacioso como el cielo, sentir que eres el universo entero.
Cuando te sientes a meditar, deja que todo se calme y permite que las cosas y todo lo que está en desacorde se disuelvan naturalmente, de aquí nace tu verdadero ser. Experimentarás entonces un aspecto el cuál es el “verdadero tú”. A medida que profundices más, comenzarás a descubrir y a conectarte con la calidad de amar que es la más fundamental.
El punto clave de la meditación es conseguir utilizar ese aspecto del cual te has olvidado. En Tibetano meditación significa “acostumbrarse”. ¿Acostumbrarse a qué? A tu verdadera naturaleza, tu naturaleza de Buda. Esta es la razón por la cual, en la enseñanza más alta de Budismo, el Dzogchen, se instruye en que descanses en la naturaleza de tu mente. Te sientas y dejas que todos los pensamientos y conceptos se disuelvan, es como cuando las nubes se disuelven o la niebla se evapora, revelando el cielo claro y el sol que brilla detrás de ellas. Cuando todo se disuelve, comienzas a experimentar tu verdadera naturaleza: ¡Estás vivo! Entonces lo sabes y en ese momento, te sientes realmente bien. Está sensación de bienestar es completamente diferente a todas las que hayas experimentado. Ésta es una experiencia verdadera y genuina, en la cual sientes una profunda paz, alegría y confianza sobre ti mismo.
¿Qué se experimenta en ese estado? Como solía decir Dudjom Rimpoché: imagínese a un hombre que llega a su casa tras un largo día de trabajo en el campo y se acomoda ante el hogar en su sillón favorito. Se ha pasado el día trabajando y sabe que ha hecho lo que quería hacer; no tiene nada más que preocuparse, nada que haya quedado sin terminar y puede abandonar completamente todas sus inquietudes y contentarse sencillamente con ser.
Así pues, cuando medita, es esencial que cree usted el ambiente mental interior más adecuado. Todos los esfuerzos y luchas vienen de la estrechez, de no hacerse espacio, de modo que crear ese ambiente adecuado, es vital para que se produzca verdaderamente la meditación. Cuando están presentes el humor y la amplitud, la meditación surge sin esfuerzo.
A veces, cuando medito, no utilizo ningún método en especial. Me limito a dejar reposar la mente y compruebo, sobre todo cuando estoy inspirado, que puedo llevar la mente a casa y relajarme con más rapidez. Sentado en silencio, descanso en la naturaleza de la mente; no dudo ni me pregunto si estoy en el estado “correcto” o no. No hay ningún esfuerzo, sólo una rica comprensión, una actitud despierta y una certeza inconmovible. Cuando estoy en la naturaleza de la mente, la mente ordinaria ya no está ahí. No es necesario corroborar o confirmar mi existencia: simplemente soy. Está presente una confianza fundamental. No hay nada en especial que hacer.
Cuando enseño meditación suelo comenzar diciendo: “Lleva la mente a casa. Suelta. Y relájate”. Toda la práctica de meditación puede resumirse en estos tres puntos básicos: llevar la mente a casa, aflojar o soltar y relajarse. Cada una de estas expresiones encierra significados que resuenan en muchos planos.
Llevar la mente a casa significa llevar la mente al estado de Morar en Calma mediante la práctica de la presencia mental. En su sentido más profundo, llevar la mente a casa es volver la mente hacia el interior y reposar en la naturaleza de la mente. Esto de por sí, es la meditación más elevada.

Soltar significa dejar salir la mente de su cárcel de aferramiento, puesto que uno reconoce que todo el dolor, el miedo y la perturbación proceden del ansia de la mente por aferrar. En un plano más profundo, el conocimiento y la confianza que surgen de la creciente comprensión de la naturaleza de la mente estimulan la generosidad profunda y natural que permite dejar que el corazón se desprenda de todo apego, dejar que se libere y se derrita en la inspiración de la meditación.

Finalmente, relajarse significa ser espacioso y relajar todas las tensiones de la mente. En un sentido más profundo, uno se relaja en la verdadera naturaleza de su mente, el estado de Rigpa.
Las palabras tibetanas que evocan este proceso sugieren la sensación de “relajarse sobre Rigpa”. Es como derramar un puñado de arena sobre una superficie plana: cada grano se asienta por su propia cuenta. Así es como se relaja usted en su verdadera naturaleza, dejando que todos los pensamientos y emociones cesen naturalmente y se disuelvan en el estado de la naturaleza de la mente.
Rigpa es una palabra tibetana que significa en general ‘inteligencia’ o ‘atención’. En Dzogchen, sin embargo, la enseñanza superior en la Tradición Tibetana Budista, rigpa tiene una connotación más profunda, ‘la naturaleza profunda de la mente’. La enseñanza total del Buddha está dirigida hacia la comprensión de esto, nuestra última naturaleza, el estado omnisciente o la iluminación – una verdad tan universal, tan primordial que va más allá de todos los límites, e incluso, más allá de la religión misma.

Cuando medito, siempre me inspira este poema de Nyoshul Khenpo:
Descansa en gran paz natural
esa mente exhausta
abatida por los golpes del karma y el pensamiento neurótico,
como la furia implacable de las olas que rompen
en el océano infinito del sámsara.

Es bueno que medites cuando te sientas inspirado. Temprano en las mañanas puedes tener esa inspiración, pues los mejores momentos de la mente son temprano en el día, cuando la mente está más tranquila y más fresca (el tiempo tradicionalmente recomendado es antes del amanecer). El más apropiado para sentarse a meditar, porque no solamente es fácil sino que entonces te dará más confianza en la práctica, y podrás más adelante practicar cuando no estés inspirado. No hay necesidad de meditar por mucho tiempo: apenas permanece silencioso hasta que puedas entrar y conectarte con la esencia de tu corazón. Éste es el punto principal.
Después de esto hay una cierta integración. Una vez que la mente atenta haya sido despertada por tu meditación, tu mente será tranquila y tus opiniones más coherentes. Entonces, estarás presente en todo lo que haces. Como en el refrán famoso del Zen: “Cuando yo como, yo como; cuando duermo, duermo”. Cualquiera cosa que hagas estarás completamente presente en el acto. Así sea lavando platos, si se hace completamente consciente, se puede decir que estarás más lleno de energía. Serás más pacífico, más despierto.
Uno de los puntos fundamentales del viaje espiritual es perseverar a lo largo del camino. Aunque tu meditación puede ser buena un día y no tan buena el día siguiente, como cambios en el paisaje, esencialmente no son las experiencias, buenas o malas las que cuentan, pero cuando tú perseveras, la práctica verdadera aflora en ti y llega entre lo bueno y malo. Lo bueno y lo malo son simplemente espejismos, así como puede haber buen o mal tiempo, el cielo siempre es el mismo. Si perseveras y tienes esa actitud del cielo espacioso, sin la perturbación de emociones y experiencias, desarrollarás estabilidad y la profundidad real de la meditación.
Encontrarás esto gradualmente y casi inadvertidamente, tu actitud comenzará  a cambiar. No te aferrarás a las cosas tan sólidamente como antes, y aunque sucedan las crisis te mantendrás tranquilo, sabrás manejarlas y te darás cuenta de que todas estas situaciones son risibles y vivirás con un corazón más alegre.




Tres consejos
Enero 3, 2012
Una vez, un hombre atrapó un pájaro.  El pájaro le dijo: “Como prisionero tuyo, no te soy de utilidad alguna pero déjame en libertad y de daré tres valiosos consejos.”
El pájaro prometió dar el primer consejo estando aún en la mano del hombre, el segundo cuando alcanzara una rama y el tercero al llegar a la cima de una montaña.
El hombre aceptó y pidió el primer consejo.
El pájaro dijo:  “Si pierdes algo, aunque lo valores tanto como a tu vida, no sientas pesar.”
Entonces el hombre soltó al pájaro, que voló a una rama.
Acto seguido, dio el segundo consejo: “Nunca creas algo que contradiga a la razón, sin tener pruebas.”
Luego, el pájaro voló a la cima de la montaña.  Desde este lugar dijo: “¡Dentro de mí hay dos enormes joyas; con sólo matarme hubiesen sido tuyas!”
El hombre se angustió al pensar en lo que había perdido, pero dijo: “Al menos dime ahora el tercer consejo.”
El pájaro replicó: “¡Qué tonto eres, pidiendo más consejos sin haber meditado acerca de los dos primeros! ¡Te dije que no te preocuparas por lo que se ha perdido, y que no creyeras algo contrario a la razón.  Ahora estás haciendo ambas cosas.  Estás creyendo algo ridículo y te afliges por haber perdido algo!  No soy lo suficientemente grande como para tener dos enormes joyas dentro de mí.”
“Eres un tonto; por lo tanto debes permanecer dentro de las restricciones habituales impuestas al hombre.”
* * *
·                                 Cuento clásico Sufí compilado en el Mathnavi de Rumí y el Libro Divino de Attar uno de los maestros de Rumí, ambos vivieron en el siglo XIII