sábado, 10 de agosto de 2013

Un yogui ecológico en perspectiva



 por David Romanelli*

Mi primer paso en llegar a ser verdad “ecologista” fue cuando compré un Toyota Prius en 2005. Era uno de los primeros en Arizona propiamente un Prius y la gente quizás dijo: “no vas a tener ninguna chance con las damas conduciendo este pedazo de m…,” o “si esta cosa no es un híbrido, será una horrible patata en ruedas.” Ahora, por supuesto, el Prius es una imagen que define el movimiento verde. Y como quisiera decir que era un revolucionario ecologista porque tenía un Prius en los inicios del movimiento, aunque no fue así realmente. Intento reciclar, así que traigo una botella reusable de agua a la clase del yoga y compro detergente ecológico. Y recojo basura en el camino, así como utilizo bulbos fluorescentes, y limito mi uso de papel. Pero la otra noche mi novia (más joven que yo) me regañó por usar 3 hojas de toallas de papel para limpiar mis manos… así como regañé a mi mamá para no tener una cesta de basura de reciclaje en su casa… así como mi mamá regañó a mi abuela por negar el calentamiento global como una realidad.

Y me di cuenta de algo... el movimiento ecologista es todavía un movimiento muy generacional. Para que todo el mundo (no sólo la juventud) realmente tome las riendas es necesario golpear a la gente en el corazón. Ser ecologista no es sólo una lista de instrucciones que hay que seguir. Es un sentimiento, una filosofía, una vibración. Tal como fue bien señalado en la película The 11th Hour: "el deterioro de nuestro planeta es un reflejo externo de una condición interna". Verdaderamente "la opción ecológica" es una declaración de unión con el mundo en el exterior y el mundo en el interior. Proteger a los árboles, cielos y mares, pero también proteger la mente, cuerpo y espíritu. Aquí están algunos consejos sobre la opción ecológica que no puede ver en su periódico local:

1.      Proteja el momento presente.

Hace sólo 20 años, las personas fumaban en aviones, los coches arrojaban escape sucio y la gente no pensaba dos veces antes de arrojar una lata de refresco en la calle. Hoy, si haces cualquiera de esos actos, ¡probablemente oirás a la gente estallar y gritar! Pero el hecho es que contaminamos el momento presente si lo que usamos contamina el medio ambiente. Contestamos el teléfono celular mientras participamos en la conversación con alguien en la misma habitación. Volvemos a los correos electrónicos mientras ordenamos un café en Starbucks. Conducimos mientras enviamos un mensaje de texto. El momento presente es el escenario donde sucede la vida. En otras palabras, todo lo que se recuerda en la vida son momentos. Si el momento es incómodo y lleno de obstáculos, nunca tendrás vivencias profundas y conmovedoras. Si realmente quieres ser ecologista, ante todo, vive el momento.

2.      Abre el potencial de su cerebro.

Un ser humano puede utilizar una “fuente limpia de energía” y sobre todo sin aprovechar de su propio cerebro. Según The Einstein Factor [el factor Einstein] de Win Wenger y Richard Poe, el cerebro humano puede almacenar hasta 280.000.000.000.000.000.000 bits de memoria. Y las estimaciones de la velocidad de la operación del cerebro oscila entre 100 a 100.000 teraflops (un teraflop es 1 trillón de flops, la medida estándar de velocidad de computación). En comparación, el superordenador más rápido del mundo funciona en solo 100 mil millones de flops. Aprender a  calmar y aprovechar la mente, sea mediante el yoga, la respiración consciente, o 10 minutos de siesta, aumentamos significativamente nuestra eficacia y aprecio por la vida.

3.      Aprovechar el viento, seguir la corriente y surfear la ola.

Hay una "corriente" natural descrita en las antiguas artes espirituales orientales. Los yoguis la llaman prana, los chinos llaman a esto chi. Algunos se refieren a él como un viento, el aliento, el mar. Cuando la melodía de una canción genial barre tu mente alto y lejos, es la corriente. Cuando te sumerges en el ascenso mágico de una dulce Savasana [postura yóguica de relax], es la corriente. Cuando el plato perfecto de pasta a la amatriciana lleva a tus papilas gustativas en un viaje de placer estático es la corriente. Seguir esta corriente, es ser arrastrados en la oportunidad, la sincronicidad y la felicidad. Por no tomarse el tiempo para disfrutar de la vida, te resistes a la corriente y, no importa cuánto trabajes, siempre hay un sentido de lucha. Así que tranquiliza la mente, también el cuerpo, vive el momento — y vuélvete ecológico.

·   David Romanelli atraviesa el país presentando los talleres Yoga + Chocolate, Yoga + Wine, y Beautiful+Funny+Delicious, enseñando cómo las pasiones cotidianas (chocolate, vino, música) son portales de acceso al momento presente. Su libro inicial YEAH DAVE’S GUIDE TO LIVING THE MOMENT [Sí, la guía de Dave para vivir el momento],fue publicada  por Broadway Books/Random House en marzo de 2009. Visite su website www.yeahdaveyoga.com.