jueves, 29 de enero de 2009

El café está asociado al bajo riesgo de demencia senil

By NICHOLAS BAKALAR

Published: January 23, 2009

El café que bebe puede hacer más que sólo mantenerlo despierto. Un nuevo estudio sugiere, también, un expectante potencial asociado a la salud mental en la ancianidad.

Un equipo de investigadores suecos y daneses hizo un seguimiento del consumo de café en un grupo de 1.409 hombres y mujeres de mediana edad en un promedio de 21 años. Durante ese tiempo, 61 participantes desarrollaron demencia senil, 48 con el mal de Alzheimer.

Después de controlar numerosos factores socioeconómicos y de salud, incluyendo alto colesterol y alta presión sanguínea, los científicos encontraron que los sujetos que habían informado beber de tres a cinco tazas diarias de café fueron 65 por ciento menos probables de haber desarrollado demencia, comparados con los que bebieron dos tazas o menos. La gente que bebió más de cinco tazas al día también estuvo en ligero riesgo de demencia, dijeron los investigadores, pero no fueron suficientes personas para diseñar conclusiones estadísticamente significativas.

La Dr. Miia Kivipelto, profesora asociada de neurología del Instituto Karolinska en Estocolmo y autora principal del estudio, no aboga que ahora haya que beber café como medida preventiva de salud. “Esto es (sólo) un estudio de observación,” sostuvo. “No contamos con ninguna evidencia que para la gente que no bebe café, haciéndolo ahora tenga un efecto protector.”

Dr. Kivipelto and her colleagues suggest several possibilities for why coffee might reduce the risk of dementia later in life. First, earlier studies have linked coffee consumption with a decreased risk of type 2 diabetes, which in turn has been associated with a greater risk of dementia. In animal studies, caffeine has been shown to reduce the formation of amyloid plaques in the brain, one of the hallmarks of Alzheimer’s disease. Finally, coffee may have an antioxidant effect in the bloodstream, reducing vascular risk factors for dementia.

La Dr. Kivipelto y sus colegas sugieren varias posibilidades de porqué el café podría reducir el riesgo de demencia senil. Primero, estudios anteriores han ligado el consumo de café a un riesgo reducido de diabetes tipo 2,  lo que a su vez ha sido asociado a un mayor riesgo de demencia. En estudios con animales, se ha visto que la cafeína reduce la formación de placas amiloideas en el cerebro, uno de los signos de la enfermedad de Alzheimer. Finalmente, el café puede tener un efecto antioxidante en la circulación sanguínea, reduciendo los factores de riesgo vascular para la demencia.

La Dr. Kivipelto observó que estudios previos han demostrado que beber café también puede se vinculado a un riesgo reducido del mal de Parkinson.

El nuevo estudio, publicado este mes en The Journal of Alzheimer’s Disease, es inusual en que más del 70 por ciento del grupo original de 2.000 personas seleccionadas aleatoriamente para seguir, estaban disponibles para el reexamen 21 años después. La información dietética había sido recogida al principio del estudio, lo que redujo la posibilidad de errores introducidos por gente dando información inexacta sobre su consumo. No obstante, los autores reconocen que cualquier dato auto proporcionado está sujeto a inexactitudes.

http://www.nytimes.com/2009/01/24/health/research/24coffee.html?_r=1&em

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