jueves, 27 de noviembre de 2014


8 ALIMENTOS que SIN EMBARGO

LOS EXPERTOS NO COMEn


 


Les planteamos una sencilla pregunta: "¿Qué alimentos evitan? Expertos de diferentes áreas de especialidad explican por qué no quieren comer estos ocho alimentos. Los científicos de alimentos aclaran la visión sobre artículos cargados con productos químicos y toxinas. Los expertos ofrecen algunos cambios simples para una gran dieta limpia y saludable.

Los científicos de alimentos están informando sobre artículos cargados con productos químicos y toxinas y como hacer cambios simples para lograr una super dieta limpia y saludable. Expertos de diferentes áreas de la especialidad explican por qué no quieren comer estos ocho alimentos.

Comer limpio significa elegir frutas, verduras y carnes que son surgen, crecen y se venden con un mínimo procesamiento. A menudo son orgánicos, y raramente (o nunca) deben contener aditivos. Pero en algunos casos, los métodos de los productores de alimentos de hoy no son sostenibles ni limpios. El resultado es el daño a nuestra salud, al medio ambiente o a ambos. Así que hemos decidido dar una nueva mirada en los alimentos a través de los ojos de las personas que pasan su vida descubriendo lo que es seguro – o no – para comer. Sus respuestas no necesariamente constituyen una lista de "alimentos prohibidos". Sino que alcanzan alternativas sugeridas que podrían traerle mejor salud; como paz mental.

1. El endocrinólogo no quiere comer: Tomates enlatados


Frederick Vom Saal, es un endocrinólogo en la Universidad de Missouri que estudia el bisfenol-A.

El problema: Los revestimientos de resina de las latas contienen bisfenol A (BFA), un estrógeno sintético que ha sido vinculado a las dolencias que van desde problemas reproductivos a enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad. Por desgracia, la acidez (una característica prominente de los tomates) causa que BFA se filtre en los alimentos. Los estudios demuestran que el BFA en el cuerpo de la mayoría de la gente supera la cantidad de este elemento que suprime la producción de esperma o causa daño cromosómico en los huevos de los animales. "Puedes salir 50 mcg de BFA por litro de una lata de tomate, y ese es un nivel que va a impactar en la gente, especialmente los jóvenes," dice Vom Saal. "No estaré cerca de tomates en conserva".

La solución: elija tomates en frascos de vidrio (que no necesitan revestimientos de resina). También puede obtener varios tipos en cajas de Tetra Pak. La exposición a BFA causa daños permanentes en primavera
 

2. El granjero no quiere comer: Vacuno alimentado con maíz


Joel Salatin es co-propietario de Polyface Farms y autor de seis libros sobre agricultura sostenible. El problema: el ganado evolucionó para comer hierba, no granos. Pero los ganaderos hoy alimentan a sus animales con maíz y soja, que engordan más rápidos los animales para el sacrificio. Pero más dinero para los ganaderos (y precios más bajos en la tienda de comestibles) significa mucho menos nutrición para nosotros. Un reciente estudio exhaustivo realizado por el USDA [ministerio de agricultura de EE. UU.] y los investigadores de la Universidad de Clemson encontraron que en comparación con la carne de vacuno alimentado con maíz, la carne de res alimentada con pasto es mayor en beta-caroteno, vitamina E, omega-3, ácido linoléico conjugado (CLA), calcio, magnesio y potasio; menor en inflamatorios omega-6; y baja en grasas saturadas que han sido vinculadas a enfermedades del corazón. "Tenemos que respetar el hecho de que las vacas son herbívoros, y eso no significa darles de comer estiércol de pollo y maíz," dice Salatin.

La solución: Comprar carne de res alimentada con pasto, que puede ser encontrado en tiendas especiales, mercados de agricultores y a nivel nacional en Whole Foods. Generalmente tiene etiqueta que exige una prima, pero si no lo ves, pregúntale a tu carnicero.

3. El toxicólogo no quiere comer: Popcorn en microondas


Olga Naidenko, es una científico senior del Environmental Working Group.
El problema: Los productos químicos, incluyendo el ácido perfluorooctanoico (PFOA), en el revestimiento de la bolsa, son parte de una clase de compuestos que puedan estar vinculados a la infertilidad en los humanos, según un reciente estudio de la UCLA [Universidad de California, Los Angeles]. En pruebas con animales, los productos químicos causan cáncer testicular, del hígado y pancreático. Los estudios demuestran que el microondas causa que los químicos se vaporicen  y migren hacia las palomitas de maíz. "Permanecen en su cuerpo durante años y se acumulan allí," dice Naidenko, lo que preocupa a los investigadores es que los niveles en los seres humanos podría acercarse a las cantidades que causan cáncer en animales de laboratorio. DuPont y otros fabricantes han prometido eliminar el PFOA en el 2015 bajo un plan voluntario de EPA, pero millones de bolsas de palomitas de maíz se venderán entre ahora y entonces.

La solución: tostar granos orgánicos a la antigua usanza: en una sartén. Para saborizarlas, puede añadir verdadera mantequilla o condimentos, como eneldo, hojuelas de verduras o caldo seco. Que sean orgánicos y use aceite de coco. Si aún sigue comiendo palomitas para microondas, no está aprovechando completamente las consecuencias para la salud.

4. El Director de la granja no quiere comer: Patatas no orgánicas


Jeffrey Moyer es el Presidente de la Junta Nacional de normas orgánicas.

El problema: Los tubérculos absorben herbicidas, pesticidas y fungicidas que terminan en el suelo. En el caso de las papas -- los vegetales más populares dela nación – que son tratadas con fungicidas durante la temporada de cultivo y luego rociados con herbicidas para matar los brotes fibrosos antes de la cosecha. Después de ser desenterradas, las papas nuevamente son tratadas para evitar que rebroten. "Hagan este experimento: compren una papa convencional en una tienda y traten de conseguir que broten. No se puede," dice Moyer, quien es también director de granja del Instituto Rodale (también propiedad de Rodale Inc., el editor de Preventión). "He hablado con los productores de papa que dicen rotundamente que nunca comerían las patatas que venden. Tienen distintas parcelas donde cultivan papas para sí mismos sin todos los químicos".
La solución: comprar papas orgánicas. El lavado no es suficiente si trata de eliminar los productos químicos que han sido absorbidos en la carne. Consejos para el presupuesto: las papas orgánicas son sólo ligeramente más caras que las papas convencionales.

5. El experto pesquero no quiere comer: Salmón de piscifactoría

El Dr. David Carpenter, director del Instituto para la salud y el medio ambiente en la Universidad de Albany, publicó un importante estudio en la revista Science sobre la contaminación en los peces.

El problema: La naturaleza no tenía la intención de que el salmón estuviera hacinado en corrales y alimentados con soya, desperdicios avícolas, plumas de pollo hidrolizadas. Como resultado, el salmón de piscigranja es bajo en vitamina D y superior en contaminantes, incluyendo agentes cancerígenos, PCBs [bifenil policlorinado], retardantes de llama bromados y pesticidas como DDT y la dioxina. Según Carpenter, el pez más contaminado proviene del norte de Europa, que se puede encontrar en los menús americanos. "Se podría comer una de estas cenas de salmón cada 5 meses sin aumentar el riesgo de cáncer," dice Carpenter, cuyo estudio de contaminación del pescado en 2004 consiguió la atención de los medios. "Es tan malo". Preliminarmente la ciencia también ha vinculado el DDT a la diabetes y la obesidad, pero algunos nutricionistas creen que los riesgos superan a los beneficios de los omega-3. También hay preocupación por el alto nivel de antibióticos y pesticidas que se usan para el tratamiento de estos peces. Cuando usted come salmón de piscifactoría, conseguir una dosificación con las mismas drogas y productos químicos.

La solución: cambiar a salmón capturados de Alaska. Si el paquete dice Atlántico fresco, es cultivado. No hay pesca comercial para salmón salvaje del Atlántico.

6. El investigador del cáncer no bebe: Leche producida con hormonas artificiales

 


Rick North es director de proyecto de Campaing for Safe Food en la Oregon Physicians for Social Responsability [Campaña de alimentos seguros en los Médicos de Oregon con Responsabilidad Social] y ex-CEO de la división de Oregon de la American Cancer Society.

El problema: Los productores de leche tratan a sus vacas lecheras con hormona de crecimiento bovino recombinante (rBGH o rBST, como también es conocida) para impulsar la producción de leche. Pero la rBGH también aumenta las infecciones de la ubre e incluso pus en la leche. También conduce a mayores niveles de una hormona llamada factor de crecimiento insulínico [IGF-1] en la leche. En las personas, altos niveles de IGF-1 pueden contribuir a cánceres de colon, mama y próstata. "Cuando el gobierno aprobó rBGH, se pensó que el IGF-1 de la leche se descompone en el tracto digestivo humano," dice North. "No hay prueba al 100 por ciento que esto aumenta el cáncer en los seres humanos," admite North. "Sin embargo, está prohibida en muchos países industrializados".

La solución: Comprar leche cruda o revisar las etiquetas de libre de rBGH, rBST, producida sin hormonas artificiales o leche orgánica. Estas frases indican los productos libres de rBGH. ¿Por qué los seres humanos todavía toman leche?

 

7. El especialista en biotecnología no quiere comer soya convencional: soya sin fermentar OGM [organismo genéticamente modificado]


Michael Harris es especialista en biotecnología que ha dirigido varios proyectos dentro del sector de biotecnología incluyendo aquellos para alimentos genéticamente modificados. Ha sido consultor, gerente y director de empresas como Xenon Pharmaceuticals y Genon Corporation.

El problema: Los alimentos modificados genéticamente es causa de gran preocupación debido a la manipulación del ADN como del código genético, incluido las transferencias de una especie a otra. La soya fermentada es el único alimento de soya apto para el consumo humano, dado que casi el 90% de la soja en el mundo es transgénica; si no se asegura que sea orgánica, a largo plazo los problemas de salud son inevitables, especialmente desde que la soya (convencional) ha sido encontrada que afecta el equilibrio hormonal e incluso provoca cáncer.

La solución: Revise las etiquetas para asegurarse que la soya no es OGM u orgánica y no consumir fuentes sin fermentar. Si es posible, póngase en contacto con la empresa para averiguar exactamente donde se obtuvo la soya no-OGM.


8. El experto en alimentos orgánicos no quiere comer: Manzanas convencionales

Mark Kastel, un ex ejecutivo de agro negocios, es codirector del Instituto Cornucopia, un grupo de investigación de política agrícola que apoya los alimentos orgánicos.

El problema: Si las frutas de otoño llevaran a cabo un "concurso de las más rociadas con pesticidas," ganarían las manzanas. ¿Por qué? Ellas son injertadas individualmente (descendientes de un solo árbol) para que cada variedad mantenga su sabor distintivo. Como tal, las manzanas no desarrollan resistencia a las plagas y son rociadas con frecuencia. La industria sostiene que estos residuos no son dañinos. Pero Kastel refuta que es sólo de sentido común minimizar la exposición al evitar hacer más rociados, como las manzanas. "Los trabajadores agrícolas tienen las tasas más altas de muchos tipos de cáncer", dice. Y un número creciente de estudios está empezando a vincular una mayor carga corporal de pesticidas (de todas las fuentes) con la enfermedad de Parkinson.

La solución: ¡comprar manzanas orgánicas o manzanas de un granjero en quien confíe!


Versión al español: Terapias Dakini, 2014