viernes, 5 de febrero de 2016

Disminuya vuestro riesgo de sufrir la enfermedad de Alzheimer

Tuesday, September 22, 2015

Aprenda algunos consejos que pueden retrasar la aparición de la enfermedad de Alzheimer o reducir la velocidad de su curso destructivo.
En mi Memory Disorders Clinic, mis colegas y yo evaluamos a muchos adultos mayores que están luchando con los síntomas de falta de memoria u otros problemas cognitivos. A menudo los pacientes aparecen para una cita con uno o más de sus hijos y siempre pienso en esto como una oportunidad especial. Me gusta conocer a los cuidadores y aprender más de ellos sobre la vida de mis pacientes fuera de la consulta del doctor. También quiero asegurar que los cuidadores tengan la información que necesitan para hacer su trabajo.
Respondo muchas preguntas acerca de cómo ser un cuidador y con frecuencia necesito responder a otra cuestión candente de ellos: "¿Qué puedo hacer para evitar que esto me suceda?" Puesto que los cambios cerebrales que ocurren en la enfermedad de Alzheimer comienzan más de una década antes de los cambios cognitivos, parece probable que se puedan modificar los pasos iniciales del curso posterior de la enfermedad.

Pasos que puede tomar

No podemos cambiar algunos de los factores de riesgo importantes como la edad o nuestros genes, pero otros riesgos importantes pueden ser modificados por nuestro comportamiento. Una gran cantidad de investigación ha ido a averiguar las medidas preventivas más importantes a tomar, y mucho más se hará en el futuro.
Muchos investigadores están participando en este emocionante trabajo destinado a prevenir o frenar la enfermedad de Alzheimer a través de factores modificables del estilo de vida. Y ahora, en un reciente artículo de revisión publicado por Dr. Baumgart y sus colegas,1 tenemos un resumen de la opinión actual y pruebas con respecto a las medidas preventivas que todos podemos tomar, las que se resumen a continuación:

Fumar

Fumar ahora parece ser un factor de riesgo para el deterioro cognitivo en los últimos años y este riesgo puede reducirse sustancialmente simplemente por dejar de fumar. Hay poca excusa, a la luz de los conocimientos médicos actuales, para comenzar o continuar fumando.

Diabetes

La diabetes, una enfermedad que afecta a más de un cuarto de los adultos mayores en los Estados Unidos, parece jugar un papel en el deterioro cognitivo precoz. La relación entre la diabetes y la demencia es complicada, porque la diabetes afecta muchos aspectos de la salud. El manejo del peso y la dieta preventiva en su vida puede ayudar a reducir el riesgo de diabetes.

Manejo del peso

La obesidad, un problema muy extendido especialmente en los países más ricos, es otro presunto factor de riesgo para la demencia, aunque no todos los investigadores han llegado a esta conclusión. La obesidad en la vida tardía, por ejemplo, no parecen ser un factor de riesgo de la demencia.

Colesterol

Otra pregunta que permanece abierta es si el colesterol alto aumenta o no el riesgo de demencia o si las estatinas disminuyen el riesgo de demencia, sin embargo hay otros beneficios para la salud asociados con la reducción del colesterol y el uso de estatinas.

Presión sanguínea

Muchos estudios, pero no todos, han vinculado la hipertensión de la mediana edad (pero no al final de la vida) con deterioro cognitivo. Los medicamentos que reducen la presión arterial alta en la edad mediana parecen reducir el riesgo posterior de deterioro cognitivo.

Actividad física

Más allá del manejo de las enfermedades médicas, se ha dado un fuerte apoyo a algunos estudios sobre la importancia de la actividad física en la reducción de la demencia y el deterioro cognitivo.
En la actualidad, un tema importante para los científicos es determinar concretamente qué tipos de programas de ejercicio son mejores que otros, así como las mejores pruebas cognitivas para medir esto.2
Estudios influyentes han demostrado que incluso la actividad física leve disminuye el riesgo de deterioro cognitivo en la vida posterior. El ejercicio fue demostrado ser más valioso si es regular y vigoroso. La investigación reciente sugiere que el sedentarismo durante la adultez temprana como ver por lo menos cuatro horas diarias de TV estaban vinculado con la memoria más pobre y la función ejecutiva en la edad mediana.

Ejercite su cerebro

La actividad cognitiva, como las actividades muy mentalmente atractivas como resolver rompecabezas y otros juegos cerebrales, también puede ser beneficiosa, aunque los datos son menos concluyentes sobre una vinculación más específica a la demencia. Los años de educación formal, una medida que puede ser relacionada la actividad cognitiva, es un factor de fuerte soporte preventivo de la demencia.

Dieta

El efecto de la dieta en el envejecimiento cognitivo óptimo ha sido difícil de estudiar, pero la reducción del riesgo se ha encontrado en estudios de la dieta mediterránea,3 la dieta DASH,4 y la más reciente dieta MIND5, cada una de ellas hace hincapié en limitar la carne roja y centrarse en granos integrales, frutas, verduras, pescado, nueces y aceite de oliva. El consumo regular de una cantidad pequeña o moderada de alcohol parece ayudar, también, aunque quizá no para quienes han heredado el gen ApoE4.
El consumo de una cantidad moderada diaria de café se asoció, en un reciente estudio divulgado por el Dr. Margaret Chute y colegas, con un mejor funcionamiento de la memoria en varias pruebas hechas clínicamente a adultos mayores normales.6
Los ácidos grasos Omega-3 puede tener un papel preventivo para la declinación cognoscitiva,7 aunque no se encontró un efecto de prevención de la demencia en un estudio amplio, bien diseñado.8
La suplementación con vitamina E no fue encontrada mejor que el placebo para prevenir la progresión del deterioro cognitivo leve en un estudio bien diseñado. La adhesión a una de las dietas sanas del corazón parece más beneficioso que centrarse demasiado en cualquier suplemento específico.9

Soledad

La investigación también vincula la soledad con el rápido deterioro cognitivo. Investigaciones anteriores, también ha vinculado los efectos dañinos del aislamiento social sobre la salud y el soporte de los efectos curativos del compromiso social.

Otras condiciones médicas

El riesgo del deterioro cognitivo está influenciado por un número de otras condiciones médicas, y varias importantes tratables son la depresión, los trastornos del sueño como apnea y la lesión cerebral traumática. Un análisis reciente de muchos estudios también señaló la importancia de la acumulación de la placa en la arteria carótida, la presión arterial diastólica excesivamente baja y los niveles anormalmente elevados de un aminoácido llamado homocisteína en la sangre como factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer.10

Difundir—Promover el envejecimiento saludable

En la actualidad, más de cinco millones de adultos mayores en los Estados Unidos y un estimado de 47 millones en el mundo viven con demencia. Incluso si un tratamiento médico exitoso surge pronto, potencialmente las medidas preventivas tales como las descritas aquí deben ser firmemente apoyadas. Todo lo que retrasa la aparición del deterioro cognitivo o reduce la velocidad de su curso destructivo, mejorar muchas vidas. Nuevas inmunoterapias como el solanezumab11 y otros nos pueden ayudar a retrasar el curso de la enfermedad de Alzheimer, pero no hay que esperar a que estos medicamentos estén disponibles. Ya están disponibles para todos nosotros fuertes herramientas para la prevención del deterioro cognitivo: la actividad física y cognitiva, la alimentación saludable y el manejo de la enfermedad. La evidencia de estudios como el estudio finlandés de Intervención geriátrica para prevenir el deterioro cognitivo y Disability12 ya están mostrando que los cambios de estilo de vida pueden mejorar el rendimiento cognitivo. ¡Vamos a difundir y promover el envejecimiento saludable!

Fuentes:
  1. Baumgart M et al. Summary of the evidence on modifiable risk factors for cognitive decline and dementia: A population-based perspective. Alzheimer’s & Dementia 2015;11:718-26.
  2. Sink KM et al. Effect of a 24-month physical activity intervention vs health education on cognitive outcomes in sedentary older adults: the LIFE randomized trial. JAMA. doi:10.1001/jama.2015.9617.
  3. Huhn S et al. Components of a Mediterranean diet and their impact on cognitive functions in aging. Front Aging Neurosci. 2015 Jul 8;7: 132.
  4. Tangney CC et al. Relation of DASH- and Mediterranean-like dietary patterns to cognitive decline in older persons. Neurology. 2014 Oct 14;83(16):1410-6
  5. Morris MC et al. MIND diet associated with reduced incidence of Alzheimer's disease. Alzheimers Dement. 2015 Feb 11. pii: S1552-5260(15)00017-5.
  6. Chute MP et al. Moderate Caffeine Consumption Is Associated with Better Memory Scores in Clinically Normal Older Adults. AAIC 2015, Toronto, Abstract ID: 3714.
  7. Kato S et al. Effects of Dietary n-3 PUFA Intervention on Cognitive Function and Mental Health in Japanese Oldest-Elderly with Dementia. AAIC 2015, Toronto, Abstract ID: 2334.
  8. Chew EY et al. Effect of omega-3 fatty acids, lutein/zeaxanthin, or other nutrient supplementation on cognitive function: the AREDS2 randomized clinical trial. JAMA. doi:10.1001/jama.2015.9677
  9. Gill SS et al. Lifestyles and Cognitive Health What Older Individuals Can Do to Optimize Cognitive Outcomes. JAMA. 2015; 314(8):774-775. doi:10.1001/jama.2015.9526.
  10. Xu W et al. Meta-analysis of modifiable risk factors for Alzheimer's disease . J Neurol Neurosurg Psychiatry 2015. doi: 10.1136/jnnp-2015-310548.
  11. Siemers ER et al. Phase 3 solanezumab trials: Secondary outcomes in mild Alzheimer's disease patients. Alzheimers Dement. 2015 Aug 1. pii: S1552-5260(15)02148-2
  12. Ngandu T et al. A 2 year multidomain intervention of diet, exercise, cognitive training, and vascular risk monitoring versus control to prevent cognitive decline in at-risk elderly people (FINGER): a randomised controlled trial. Lancet. 2015 Jun 6; 385(9984):2255-63.


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